
Kimi Raikkonen puso un broche de oro a su carrera deportiva cuando menos lo esperaba. En 2003 había perdido el título en la última carrera ante Michael Schumacher y en 2005 fue superado por Fernando Alonso, pero en esta ocasión aprovechó los problemas en el seno de McLaren para sentenciar un campeonato que se le había puesto muy cuesta arriba tras su abandono en Nürburgring. El finlandés ha sustentado su éxito siendo el único piloto que no ha bajado del podio en las últimas siete carreras y ganando tres de los cuatro últimos grandes premios.Este campeonato se recordará como el más apasionante de la historia, tanto por las batallas que se han generado fuera de la pista como por la lucha sin cuartel en el asfalto que no se decidió hasta la última vuelta del GP de Brasil, disparando las audiencias por este deporte. Desde 1986 no había tres pilotos con opciones de ganar el título en la última carrera, pero para encontrar un precedente de que fuera campeón el que llegó en tercer lugar hay que remontarse más lejos, a 1950, precisamente, en el primer mundial de la historia de la Fórmula 1, cuando Farina se impuso contra pronóstico. Además, Kimi Raikkonen es el primer piloto tras Fangio en ser campeón en su primer año en Ferrari.
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